SARO

Sistema de Administración del Riesgo Operativo (SARO)

Es la posibilidad de que la entidad incurra en pérdidas por las deficiencias, fallas o inadecuado funcionamiento de los procesos, la tecnología, la infraestructura o el recurso humano, así como por la ocurrencia de acontecimientos externos asociados a éstos. Incluye el riesgo legal.

La Cooperativa Financiera Cotrafa en el Sistema de Administración del Riesgo Operativo el cual incluye metodologías, procedimientos, políticas, registros de eventos y aplicaciones tecnológicas que contribuyen a generar mayor eficiencia y eficacia en los procesos, reflejándose en la prestación de los servicios.

El sistema permite identificar, medir, y mitigar los riesgos a los que se ve expuesta la Cooperativa teniendo en cuenta la participación y el respaldo de todos los empleados.

En cumplimiento de lo establecido por la Superintendencia Financiera, según Circular 025 de 2020, Capítulo XXIII de la Circular Básica Contable y Financiera de la Superintendencia Financiera de Colombia, la Cooperativa ha desarrollado la identificación de los riesgos en cada uno de los procesos, con base en la metodología establecida en el Manual de Riesgo Operativo y los Mapas de Riesgos, que incluyen la gestión integral de la evaluación y las medidas de control para asegurar que la entidad tenga niveles aceptables de riesgo.

El valor de la exposición a los riesgos operacionales con cargo a capital de acuerdo con los criterios señalados en la normativa en promedio para el 2020 es de 2.226 millones de pesos.

En el marco del Sistema de Administración del Riesgo Operativo (SARO), dentro de las medidas para controlar los riesgos inherentes a los que está expuesta la Cooperativa, se implementó el proceso pertinente para administrar la Continuidad del Negocio (CN), incluyendo la definición, ejecución y seguimiento de políticas, mecanismos, procedimientos y estrategias que permitan afrontar situaciones contingentes, actividades de recuperación de procesos, restauración de servicios y manejo de crisis.

Para esto, la Alta Gerencia ha participado activamente tanto en la formulación de directrices como en la activación del Plan de Continuidad del Negocio (PCN), con el fin de garantizar la continuidad y la recuperación durante una crisis, en concordancia con las estrategias y contingencias organizacionales.

A su vez, para mantener el PCN, periódicamente se revisan y mejoran las métricas e indicadores, el análisis del impacto que una interrupción en los servicios podría tener en los procesos críticos y demás herramientas que permitan la mejora continua y la gestión de los incidentes, antes los nuevos escenarios de riesgo, cambio en el contexto organizacional y la entrada en operación de nuevos canales y servicios.